La sombra de
la corrupción que se está comiendo la moral del pueblo, está resquebrajando la
confianza de los electores en los líderes políticos haciendo valer aquel tan
manido dicho de que todos son iguales; está destruyendo de manera acelerada los
frágiles puentes existentes entre la clase dirigente y los ciudadanos.
Mientras
esos puentes se van destruyendo, el gobierno además de cercenar derechos
fundamentales, habla de tímidos cambios en la legislación para hacer un mayor
control de las cuentas públicas, previo acuerdo con el resto de partidos; un
acuerdo que terminara pasando por el rulo de la mayoría absoluta de la derecha
y que servirá de bien poco para unos ciudadanos, indignados, cansados y hartos
de tantos gestos inútiles que en absoluto sirven para solventar los problemas,
ya que una ley de transparencia opaca, la falta de reforma de la ley de
indultos, o la opacidad de la corina; perdón la corona, ponen de manifiesto la
falta de voluntad de la clase dirigente de poner freno a la barbarie de la corrupción.
El pueblo
llano que sufre y padece las consecuencias de los recortes ve como los
defraudadores hacen peinetas a los ciudadanos indignados mientras se acogen a amnistías
fiscales que a simple vista parecen hechas a la medida de los defraudadores y
que lejos de servir para llenar las arcas públicas y dar servicio a los
ciudadanos, sirven para llenar el arcón de los banqueros para que estos pongan
a flote sus negocios con una mano mientras con la otra estrujan al ciudadano.
La banca, la
gran banca española ha sido salvada con el dinero de la sanidad y la educación de
nuestros hijos y nietos, mientras la clase dirigente ni se plantea cambiar la
ley hipotecaria que data de principios del siglo 20 y que había sido hecha a medida
de los ricos y poderosos en un tiempo como en el de ahora, en el que ricos y
poderosos lo controlaban todo. Y es que la banca solo condona deudas a los
partidos políticos haciendo suya aquella frase que dice.
“Vamos a sangrar a los pobres, no
porque
tengan más sino porque son mas”
Y mientras
todo esto sucede hay gente que no tiene para comer, que no tiene trabajo, ni
futuro ni esperanza porque quienes los representan están más preocupados en
llegar a pactos para taparse las vergüenzas que para mostrar al público la
realidad, mientras los verdaderos problemas no se solucionan
Antonio Garcia Leal ®