sábado, 6 de septiembre de 2014

EL COMBOY DE LOS 927


La tragedia humana que supuso el fin de la Guerra Civil Española para los que defendieron el bando Republicano se vio continuada con el comienzo de la Segunda Guerra mundial a través de la persecución a la que fueron sometidos los exiliados Españoles que huyendo de la España Franquista se instalaron en otras naciones Europeas donde la democracia estaba vigente en la época. La pronta victoria Nazi sobre Europa Occidental, supuso el comienzo de la persecución de aquellos Republicanos significados por parte de las fuerzas de ocupación Nazis que colaboraron en la detención y posterior entrega a las autoridades del régimen Franquista de hombres como Lluis Companys entre otros, condenado a muerte y asesinado por los Franquistas tras un juicio farsa sin ninguna garantía, o colaborando en la eliminación física en los campos de exterminio de aquellos que habían participado en las filas de los republicanos y que estaban confinados en campos de refugiados en Francia, el Convoy de los 927 es una prueba irrefutable de la colaboración Nazi con las autoridades Franquista, además de tener el triste honor de ser el primer convoy de civiles extranjeros transportado a un campo de exterminio Nazi.

Tras el final de la Guerra civil Española, muchos republicanos huyeron a Francia con el fin escapar de las arbitrariedades del régimen criminal impuesto por el General Franco y sus acólitos que disfrazando la venganza de justicia se dedicaron a perseguir a los republicanos para asesinarlos, encarcelarlos o a condenarlos al ostracismo social y a la miseria por que ellos habían defendido los valores democráticos de la II Republica Española. Muchos de aquellos españoles tras cruzar la frontera Francesa fueron a parar a campos de refugiados Franceses, allí fueron confinados en unas condiciones lamentables con la esperanza por parte de las autoridades Francesas de que los Españoles volviera a aquella España de la que habían huido donde se impartía de forma arbitraria la justicia.
El 01 de Septiembre de 1939 con el comienzo de la II Guerra Mundial los españoles comienzan a ser útiles para las autoridades francesas para reforzar sus defensas fronterizas, estos serán arengados por los franceses diciéndoles que defienden Francia de los mismos enemigos contra los que habían luchado durante la guerra civil. Pero la suerte para los Españoles y Franceses dura poco ya que el 25 de Junio de 1940 Francia se rinde ante los nazis, Hitler, ávido de venganza hacer firmar la rendición a los franceses en el Vagón Fosch, escenario donde el 11 de Noviembre 1918 firmo el cese de las hostilidades que dio fin a la Primer Guerra Mundial y a la derrota de Alemania.
Con motivo de la derrota Francesa los republicanos Españoles quedan dentro de la zona ocupada por los Nazis, y el 20 de Agosto de 1940, un grupo de 927 personas, compuestas por hombres, mujeres y niños todos ellos refugiados españoles del campo de Les Alliers, serán conducidos a la estación de Angoulême, diciéndoles que van a ser trasladados a la España Franquista en unos casos o a la Francia libre en otros – denominada así la Francia de Vichy la cual tenía un gobierno a fin al Nazi encabezado por el héroe francés de la primera guerra mundial Philippe Pétain - forzados a subir a un tren de mercancías como si se tratase de ganado, pasarían 18 días con sus 18 noches sin salir de él – Así lo cuenta Luisa Ramos, una de las integrantes del convoy en el documental en El Convoy de los 927 - a excepción de 470 los cuales.


Después de 4 días de viaje el tren se detuvo en la estación de Mauthausen , allí fueron seleccionados 470 integrantes del tren a partir de los 10 años de edad todos ellos hombres para quedar confinados en el campo del mismo de Mauthausen con el fin de ser exterminados así se lo hizo saber nada mÁs llegar al campo a los prisioneros la plana mayar del campo diciéndoles que ellos habían entrado por la puerta pero que saldrían por la chimenea del crematorio, los españoles no sabían que ellos inauguraban el triste y terrífico viaje hacia los campos de exterminio que los Nazis diseminaron por toda Europa con el fin de exterminar a los enemigos del Reich, este transporte se hizo con el beneplácito de las autoridades Franquistas puesto que habiendo sido avisado por la embajada Española en Paris mediante dos cartas enviadas al ministerio de asuntos exteriores español dirigido en aquellos días por Serrano Suñer – Cuñado de Franco - estas no fueron respondidas, en ellas se informaba del inminente traslado de los españoles a campos de concentración, hasta 4 cartas envío la embajada Alemana en Madrid entre el 20 de Agosto de 1940 y el 03 de Octubre, no se contestaron nunca, otra prueba irrefutable que el régimen Franquista sabía lo que estaba pasando es el hecho que el triangulo Azul con una “S” en el centro que significaba (Spanier) que lucirían en los uniformes de los prisioneros españoles, este distintivo es fruto de una reunión que mantuvieron Serrano Suñer y los lideres Nazis el 13 de Septiembre de 1940 donde también se hablo de la posible entrada de España en la Segunda Guerra mundial y se preparo la visita de Hitler a Hendaya.
Pero la más evidente de las pruebas de que el régimen Franquista sabia lo que estaba pasando es que al menos dos de los componentes del convoy fueron sacados del campo con las gestiones del ministerio de asuntos exteriores Franquista dirigido por Serrano Suñer.
Mediado un año del internamiento de 470 de los componentes del convoy en el Campo de exterminio de Mauthausen, el ministerio de asuntos exteriores recibió una carta de la Embajada española en Berlín informando del destino de esto ciudadanos españoles los cuales habían sido internados allí por ser rojos o por su peligroso pasado político, en esta ocasión el ministerio de asuntos exteriores respondió con una nota manuscrita al margen que cito textualmente:

“puesto que no parece conveniente hacer nada a favor de los internos, archívese”


La embajada española en Viena tramito certificados de defunción de centenares de deportados a los campos de la muerte Nazis de procedencia Española, se calcula que en torno a los 10.000 españoles pasaron por los campos de exterminio Nazis. De los 470 que dejaron el convoy de los 927 y que inauguraron el transporte de civiles a campos de exterminio, al menos 60, todos ellos mutilados, fueron asesinados nada más llegar al campo sin siquiera ser inscritos, de los 470, morirían 409 víctimas de la barbarie Nazi y el olvido de cómplice de las autoridades Españolas.
La vida que esperaba a los Españoles en el campo de concentración era el infierno en la tierra, puesto que a los Españoles se les había aplicado el decreto Noche y Niebla, (Decreto_Nacht_und_Nebel), el cual establecía la eliminación física de oponentes al Régimen Nazi, el método utilizado por los Nazis para el exterminio de los internos era el de explotarlos físicamente los mas capaces en una cantera adyacente al campo, Jesús Tello, uno de ellos integrante del Convoy de los 927 relata cómo les obligaban a subir los 182 escalones cargados con piedras enormes, algunos cuando llegaban arriba del agotamiento caían hacia atrás provocando a su vez la caída de los que les precedían, y hay que tener en cuenta que estar enfermo o mal herido era el pasaporte hacia la muerte segura, otros eran tirados desde arriba de la cantera por los guardias del campo por mera diversión. Se les obligaba a formar durante horas bajo de madrugada lloviese o nevase con el único fin de quebrantar el espíritu de supervivencia de los prisioneros.

Cabe destacar el gesto heroico del interno Español del campo de Mauthausen , Francisco Boix (aunque este no formo parte del convoy) y el del grupo los POSCHACHER, compuesto por prisioneros españoles, gracias su valentía, en los juicios de Núremberg se pudo condenar muchos de los gerifaltes Nazis que trataron de eludir responsabilidades alegando que no sabían nada, llamado por la acusación Francesa, Francisco Boix con sus fotos aporto pruebas contra Ernst Kaltenbrunner y Albert Speer entre otros.
El convoy con el resto de los integrantes siguió camino hacia España dando una extraña vuelta por toda Europa, y llegando definitivamente a España a la estación de Hendaya el 01 de Septiembre de 1940, allí comenzó un segundo calvario que duro 40 años para las víctimas de aquel tren confinados en un país que era una cárcel dirigida por el estado.

Aunque es indudable que el mayor gesto de valentía es el de haber sobrevivido al internamiento en los campos de exterminio Nazis, el sobrevivir a los 40 años de dictadura Franquista, cómplice de los crímenes que aquí se relatan y el contar a las generaciones de jóvenes lo que allí paso con el fin de que no se olvide para que no vuelva a pasar. Todos tenemos una deuda con estas personas, la mejor manera de pagarles es no olvidando lo que ellos pasaron, mostrándoles el mayor de los respetos en el 70 aniversario del primer transporte de civiles a un campo de exterminio.

Manuel Huerta una de las víctimas del convoy dice al final del documental:

“Cuando hay un silencio es que nadie habla”

Yo le respondo que no formare parte de este silencio y le doy las gracias por contarlo y por sobrevivir a él y a todos los que lucharon murieron o sobrevivieron a la barbarie Nazi y Franquista.